La subjetividad es comprendida como la vida psíquica al interior de los individuos, surge en la necesidad que tiene el ser humano de dotar de sentido a su propia existencia y tiene como función mediar la relación entre el organismo y el mundo externo - la interacción con otros -. La experiencia psíquica interior es la expresión del significado de contacto entre el organismo y el ambiente.
El sí mismo sólo adquiere existencia a través de la mediación del significado que le es atribuido a los signos dentro de un proceso de conversación interior La realidad de la psiquis objetiva es la misma realidad del signo lingüístico, esto quiere decir que, sólo existe la subjetividad a través del lenguaje, el pensamiento no ocurre o no tiene lugar a través de formas simbólicas abstractas, sino en forma de palabras, de habla.
El pensamiento debe ser equiparado a la argumentación con otros y cabe resaltar que, toma herramientas del lenguaje para manifestarse, el pensamiento involucra un proceso de crítica y de justificación: el pensamiento, pone en juego las acciones, se ajusta a un marco referencial aceptado o socialmente aceptable. Nuestro pensamiento no se organiza primero en el interior de nuestro ser, para luego ser transmitido a través de las palabras, al contrario, el lenguaje se organiza mediante un proceso de transformación que involucra negociaciones mediadas por el lenguaje, similares a las que realizamos en nuestro dialogo con otros; dichas negociaciones implican que el centro organizador de cualquier emisión y/o experiencia está fuera del individuo, en el medio social que lo rodea. A través del lenguaje, los individuos construyen un tipo de relación social, las personas no ponen simplemente sus ideas en las palabras, sino que también están respondiendo materialmente a las emisiones de los otros, en un intento por ligar sus actividades a las de otras personas a su alrededor.
Es desde el interior del contexto dinámicamente sustentado de relaciones construidas socialmente, que aquello de lo que se habla, recibe su significado; el uso único al cual se somete a un signo, en el contacto con el otro es lo que le otorga significado práctico, el significado se encuentra en el contexto de la utilización del signo; el centro regulador de una emisión verbal está en el medio social que rodea al individuo, en el punto de contacto con el otro.
De manera que el interés debe estar enfocado hacia la comprensión de la manera en que desarrollamos inicialmente y sustentamos ciertos modos de relacionarnos mutuamente al hablar, y cómo desde el interior de estos modos de hablar, damos sentido a nuestro entorno, porque aunque materialmente nuestro entorno siga siendo materialmente el mismo en cualquier momento del tiempo, las cuestiones vinculadas a cómo le damos sentido, qué herramientas seleccionamos para entender, sobre qué actuar, cómo conectamos los diversos sucesos dispersos en tiempo y en espacio y les atribuimos significación, todo depende en buena medida de nuestro uso del lenguaje.
El self posee una naturaleza parcialmente construida, similar a una estructura de precomprensión que implica maneras ordenas de percibir, actuar, pensar y evaluar, que son operativas dentro de un grupo social, y que son sostenidas a través de la tradición cultural, sin embargo, la subjetividad se transforma de acuerdo con los procesos de interacción social, el self es una entidad en proceso de construcción, cambiante, variable, apta de ser modificada, reestructurada, resinificada, de acuerdo con el contexto y el tipo de interacción que se establece con el otro, dependiendo de la posición que tengamos frente a nosotros mismo y a los demás.
En el diario vivir encontramos diferentes formas de vida, diversos puntos de interpretación y variadas líneas de acción, a través de la subjetividad buscamos identificar cómo estamos situados en relación con el contexto y con las posiciones de las demás personas; en todas las situaciones sociales existen intercambios que determinan mi interacción y el modo de proceder del otro. En realidad, en la mayor parte del tiempo, el ser humano no comprende el otro, el conocimiento compartido ocurre ocasionalmente e implica que las personas pongan a prueba y verifiquen el discurso del otro, lo cuestionen, lo formulen y lo elaboren, porque en la práctica, en el discurso de una conversación, la comprensión compartida entre dos participantes se desarrolla, se negocia y se construye socialmente a lo largo del tiempo. Habitualmente las personas no actúan según sus planes internos, sino que, debido al proceso de interacción social, las acciones de los otros seres humanos son una influencia normativa en lo que hacemos, como también en la construcción del sí mismo.
El self es un conjunto de estrategias, de maneras de responder al otro, el si mismo se vale de los enunciado que son unidades formativas de situaciones, el enunciado permite responder a la demanda que implica el intercambio con el otro, todo enunciado es una respuesta a emisiones que provienen del otro. A través del enunciado el sujeto puede ligar su posición con la posición de aquellos que pueden responder a lo que él dice, y esa es la relación que compete a la psicología.